martes, 14 de octubre de 2008

Jóvenes Amantes de Paraná

Soy una joven de 17 años de edad, a quien desde muy chica le mostraron lo que es la música Paraguaya, en especial las de Luis Alberto del Paraná, me intereso mucho todo, porque es un interprete sin igual.. Hasta hoy en día no he escuchado a alguien como el.. Escuche a varios imitadores, pero nadie lo alcanza! Es el mejor.
En el conjunto LOS PARAGUAYOS, existieron grandes de la música como lo fue el Sr. Julio Jara, uno de los máximos requintistas... Usted ha escuchado en alguna ocasión la música CASCABEL, el requinto especacular, esa es una de las músicas que más me sorprende su habilidad... Yo tuve la gracia de conocer en persona al Sr. Don Julio Jara, recibirlo en la casa de mis abuelos con toda la familia, fue un día excepcional aquel domingo... El Señor Pato García fue uno de los mejores guitarrista que tuvo el conjunto, también tuve el honor de conocerlo en persona en el homenaje a Paraná del 16/09/08.
Hay jóvenes de mi edad, que piensan que las músicas paraguayas son para los viejos están muy equivocados.. Las músicas Paraguayas son espectaculares.. Que mejor que escuchar Adoro en versión de Paraná cuando estás enamorado? Que mejor que Condénenme cuando estás en un momento de tristeza por la perdida de una amor???? Es hermoso.. Sólo es cuestión de saber valorar las músicas.
Yo en lo particular estoy a favor de las músicas de Luis Alberto del Paraná, porque es un músico que ha mostrado diversidad musical sin igual en aquellos años.
Le doy gracias a mi Padre Florentino Fernández por enseñarme a valorar lo que tenemos en nuestro país, también al Sr. Javier Delgado (conductor de radio YVYTU 97.5 Recordando a Luis Alberto del Paraná) porque el me ayudo fortificando mis conocimientos respecto a la trayectoria de Paraná, y también a Claudio Montiel por el apoyo.
VIVA POR SIEMPRE LUIS ALBERTO DEL PARANA.

jueves, 2 de octubre de 2008

Una Interpretación espectacular

Dos arbolitos

Han nacido en mi rancho dos arbolitos dos arbolitos que parecen gemelos y desde mi casita los veo solitos bajo el amparo santo y la luz del cielo nunca están separados unos del otro porque así quiso Dios que los dos nacieran y con sus mismas ramas se hacen caricias como si fueran novios que se quisieran.

Arbolito arbolito, bajo tu sombra voy a esperar que el día cansado muera y cuando estoy solito mirando al cielo pido para que me mande una compañera.

Arbolito arbolito me siento solo quiero que me acompañe hasta que muera.

Nunca están separados unos del otro porque así quiso Dios que los dos nacieran y con sus mismas ramas se hacen caricias como si fueran novios que se quisieran.

Arbolito arbolito, bajo tu sombra voy a esperar que el día cansado muera.

Y cuando estoy solito mirando al cielo pido para que me mande una compañera arbolito arbolito me siento solo quiero que me acompañe hasta que muera.

jueves, 25 de septiembre de 2008

PARANÁ EL INMORTAL

Quizás presagiado que aquel 21 de junio de 1926 el clima no iba a ser tan benigno, ya que ese día empezaba el frío invierno en el hemisferio Sur, evitando quizás las bajas temperaturas, decidió venir al mundo a las 14:30 horas, esperando que el sol de la siesta entibiara en algo con sus rayos generosos ese pintoresco pueblillo llamado Altos, enclavado en la cima del departamento de Las Cordilleras, donde se divisaba con toda su majestuosidad al lago Ypacarai.

El matrimonio ya con 2 hijos, había llegado de Misiones, huyendo de la revolución de 1922, y luego de arribar al departamento cordillerano y recorrer diversos pueblos, José Domingo y Jacinta optaron por el de Altos, donde el jefe de familia había recibido una oferta para trabajar en su profesión de maestro rural, con la cual su compañera estuvo de acuerdo.

Era el tercer hijo que nacía de la humilde, pero bien avenida pareja Encina Mesa y fue patente la felicidad de sus hermanos mayores Oscar Fidencio, que era casi 4 años mayor que él, y la que sería le única hermana, Obdulia, a quien cariñosamente llamaban Chiquita, quien había venido al mundo dos años antes, porque el recién nacido Luis Osmer se sumaría muy pronto a los juegos y alegrías que ellos ya compartían en la nueva casa de los Altos. Vendrían otros hermanos, entre ellos Lorenzo Félix, y luego Reinaldo, quien años más tarde sería el compañero inseparable de su famoso hermano al integrar con él su conjunto Los Paraguayos, desde el momento en que se separó de Digno García y Agustín Barboza. Reinaldo Meza, luego del descenso de su hermano, dirigió este grupo hasta el fin de sus días acaecido en Asunción en julio del 2002.

"Nació para el Arte en 1942, durante el Primer Certamen de los Barrios; el mozalbete de dieciocho años*, de timbre de voz sorprendente, representó a Campo Grande, acompañado de Humberto Barúa, y otro nombre mayúsculo de la música paraguaya, el arpista Digno García. Allí en el viejo cine Rex, el público empezó a asombrarse con un jovencito que prestaba el servicio militar, entre tímido y decidido, a medio camino entre la parquedad del campesino y una sonrisa grande abierta hacia nuevos horizontes".